POST BLOG HORA DEL BAÑO

El momento del baño es uno de los más bonitos y acaba convirtiéndose en todo un ritual. Sí, es verdad, al principio puede dar un poco de respeto, sobre todo cuando somos papás primerizos.

SOS ¡¿Qué estoy haciendo mal?! NADA, lo normal es que los recién nacidos reaccionen a esta nueva aventura. Es probable que tu bebé llore durante los primeros baños, para él todo es nuevo y no entenderá qué está pasando, ponte en su lugar y empatizarás inmediatamente. Nuestro consejo: relax, ooooommmm y amor. Lo vas a hacer increíble, cada vez se sentirá más a gusto y en unos cuantos chapuzones disfrutará tanto como tú.

Aquí te dejamos algunos consejos para los primeros meses y una pequeña guía para aprovechar esta etapa tan icónica de vuestras vidas.

Consejos top

– Coloca la bañera en un lugar firme.
– Tenlo todo a mano para no dejar nunca al bebé solo. Es increíble la cantidad de cosas que puedes necesitar… entre sus productos para el baño, juguetes, toalla… el móvil para poner alguna melodía viene genial.
– La habitación donde vayas a bañar a tu bebé debe estar alrededor de los 22 o 24ºC.
– La temperatura del agua debería ser entre 36 o 37ºC, parecida a su temperatura corporal, ¡qué rica!
– No hace falta llenar la bañera, con unos cinco dedos (unos 5 cm) de profundidad es suficiente.
– Echa unas gotas de jabón en el agua, tan pequeñitos no necesitan gel ni champú.
– En cuanto al tiempo, sé flexible, si os lo estáis pasando genial podéis alargarlo y añadir un poquito de agua para que no se enfríe.

Pasos para una inmersión de pequeños aventureros exitosa

– Ve metiendo poco a poco los pies del bebé al agua para que se vaya acostumbrando.
– Sujétale con firmeza y suavidad, prestando especial atención a la cabecita y la espalda.
– Los primeros días, antes de que se caiga el cordón umbilical, lo mejor es evitar que se moje.
– Primero lava su cabecita y por último sus genitales, fijándote bien en esos bonitos pliegues que hace su piel. Luego las manos, los pies y las axilas. Puedes usar una esponja suave o tu propia mano. Si le vas explicando lo que vas haciendo con ternura es probable que responda de maravilla al lavado de las diferentes zonas.
– Finalmente, saca a tu pingüinito del agua y envuélvelo rápidamente en una toalla para que esté calentito. ¡Las capas de baño con capucha son ideales!

¿Cada cuánto le baño?

Algunos expertos opinan que no es necesario bañar a un recién nacido todos los días. Con dos o tres veces a la semana puede ser suficiente ya que un bebé de este tiempo casi no se ensucia y podría ser perjudicial para su delicada piel. Lo que sí hay que hacer es mantener bien limpia la zona del pañal, lavar sus manitas, cuello y rostro.

Cuando sea más grande, el baño pasará a formar parte de la rutina diaria antes de dormir. Así se irá relajado a la cama y descansará mejor durante la noche .

Un poquito cada día iréis creando vuestro propio ritual de baño añadiendo y quitando lo que os vaya mejor. Tú irás ganando confianza, él sentirá tu seguridad y el baño se convertirá en uno de sus momentos favoritos del día. Espera a que aprenda a salpicar… lo vais a pasar ¡BOMBA! 😉