El baño es un lugar de relax y diversión para los peques

Habitualmente la hora del baño es un momento mágico, tanto para el peque como para sus papis. Este tiempo de higiene llega a convertirse en un ritual de complicidad, juegos, risas y conexión emocional.

El baño es un lugar de relax y diversión para los peques. Durante los primeros meses de vida es, sobre todo, un  instante de relax y disfrute. La mayoría de los papis prefieren bañar al peque por la noche, como parte de la rutina para acostarlo. El baño sirve de preparación perfecta para ir a dormir. Es el primer paso de la rutina nocturna que tranquilizará y relajará al bebé, además, le permitirá comprender que ha acabado el día y ha llegado la hora de ponerse el pijama, de tomar la leche y de irse a la cuna.

El agua es para los bebés un relajante natural. No debemos de olvidar que han vivido durante nueve meses en las cálidas aguas del vientre de sus mamis y que éstas les proporcionaban un “hogar” repleto de calma y tranquilidad. Por eso el baño es tan importante para ellos. Les produce una sensación de hogar, de quietud y tranquilidad, por lo que les hace sentir una inmensa sensación de bienestar.

Según van creciendo los peques, el momento de relax va cambiado a instantes de diversión. Y no es extraño que los peques quieran estar en el agua más tiempo del recomendado. 

El momento del baño puede proporcionar muchos beneficios a los peques, y no solo físicos. Además de ayudar a mantener una correcta higiene, el agua es un medio idóneo donde pueden jugar y desarrollar su imaginación de mil maneras, y los papis podemos aprovechar para compartir con ellos unos momentos de complicidad y conexión emocional, hablándoles mientras lo bañamos. Es la ocasión perfecta para contarles cómo ha sido nuestro día, decirles cuanto los hemos echado de menos y preguntarles cómo les ha ido a ellos, incluso cuando aún no sepan hablar. Recordad que vuestra voz es lo que más escuchaban cuando aún estaba en el vientre de su mami, así que hablarle es un buen modo de relajarlos. Además, el contarles y preguntarles cosas, genera una dinámica de charla familiar que será muy beneficiosa cuando sean mayores.

A pesar de que el baño sea un lugar de relax y diversión para los peques, y que disfruten tanto que les cueste querer salir del agua, debemos recordar que los dermatólogos recomiendan que el baño no dure más de 20 minutos y que el agua no esté demasiado caliente, es preferible que esté tibia.

¡¡Relajación, estimulación y diversión!!. Todo esto es lo que les proporciona a los peques el momento mágico del baño, que aún puede ser mejor si va acompañado de una buena dosis de muestras de cariño por parte de sus papis.
Solo es cuestión de reservar un poco de nuestro tiempo para invertirlo y compartirlo con nuestros peques y convertirlo en un momento mágico y relajante para todos. 

¿Cómo disfrutáis vosotros del momento baño con vuestro peque? ¿le cuesta relajarse y pasárselo bien? Si no es así, intentad que siempre se sienta seguro en el agua, a algunos peques les asusta, sobre todo al principio,  y recordad comprobar que tanto la temperatura del agua como de la habitación sean correctas. ¡¡¡Ya veréis como poco a poco comienza a disfrutar y divertirse!!