La piel de un recién nacido no tiene nada que ver con la piel de un adulto: es fina y muy delicada, se seca con facilidad y es propensa a irritaciones. Sus cuidados requieren mucho mimo, delicadeza y amor.

Si todavía estás descubriendo la piel de tu pequeñ@ aventurer@, aquí van algunos consejos que te pueden resultar muy útiles para su cuidado:

Crema hidratante en todo el body

El uso de cremas desde los primeros días es fundamental para el cuidado de la piel de tu bebé. Utiliza una libre de perfumes y elaborada con ingredientes naturales para evitar rojeces e irritaciones.

El contacto piel con piel tiene muchos beneficios. Por eso, muchas mamis durante los primeros meses de la maternidad utilizan la misma cremita corporal que su baby. Tú también puedes poner en práctica esta idea. Así, vayas donde vayas, siempre olerás a él.

El baño, mejor que sea breve

La hora del baño es un ritual de diversión asegurada para los bebés según se van haciendo mayores, pero cuando todavía son pequeños lo mejor es que estos bañitos sean cortos con una duración máxima de 5 minutos y con productos suaves y naturales que protejan su piel.

La temperatura del agua debe estar entre los 35-37º. Puedes comprobar su estado con un termómetro específico o con el truco de toda la vida de las abuelas, sumergiendo el codo en el agua para probar que no esta ni demasiado caliente, ni demasiado fría.

Cambia el pañal con frecuencia

Mamis y papis primerizos del mundo, sabemos que el momento “cambio de pañal” es una tarea un tanto complicada. ¿Lo habré puesto bien? ¿Se sentirá cómodo mi bebe? Son algunas de las preguntas que, seguramente, afloren en tu cabeza, pero keep calm, ¡todo se aprende!

Lo más importante es que os sintáis cómodos y seguros. Para mantener sana la piel del culito, cámbiale el pañal, cuando veas que lo necesite y si no ha habido sorpresas cada dos o tres horas que es el tiempo que tardan en volver a comer entre toma y toma.

La sombra, su mejor aliada

La piel de los bebés es muy delicada también fuera del área del pañal y aunque la luz del sol es una fuente de vitaminas, los expertos recomiendan no exponerles directamente durante sus primeros meses de vida.

El primer paseo por el parque, su primera vez en la playa… son momentos únicos que, seguro que estás deseando vivir con él, pero tiempo al tiempo. Al principio, llévale siempre en el carrito con sombrilla y bien protegido.

Ropita suave, piel suave

¿Sabes qué son las “prendas primera piel” del bebé? Es toda esa ropita que está en contacto directo con las partes más sensibles de su cuerpo como el pecho o la barriguita. Para proteger su piel, lo más recomendable es que durante los primeros meses utilice siempre bodies y combinaciones suaves, transpirables y fabricados con fibras naturales.

La colonia, sin alcohol

Existen millones de olores en todo el mundo, pero ninguno como el olor a bebé. Es suave y nos traslada al pasado, a eso momentos en el que nuestras madres y abuelas nos secaban y peinaban después de un buen baño y nos echaban unas gotitas de colonia.

Las buenas costumbres no desaparecen y, seguramente, hoy en día sigas el mismo ritual con tu pequeñ@ aventurer@. Si es así, recuerda usar siempre colonias sin alcohol para evitar rojeces y si es en formato crema o aceite ¡mucho mejor!

Sabemos que la maternidad es un proceso de aprendizaje que requiere tiempo y esfuerzo, pero también mucha felicidad.

Sin agobios, sin preocupaciones. Disfruta del comienzo de esta maravillosa aventura. Aunque al principio todo te resulte nuevo, con el tiempo te darás cuenta de que cada día sabes más sobre tu peque: sus cuidados, sus necesidades… ¡Date tiempo!

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