POST BLOG CAMBIO DE PAÑAL

Estos consejos son sobre todo para papás primerizos porque como todo en esta vida, se aprende con la práctica.

Al principio puede parecer algo complicado, el bebé es tan pequeño…, no sabemos ni por dónde empezar, ni en qué orden seguir los pasos… la buena noticia es que luego lo haréis en piloto automático, tan rápido como si tu bebé pasara por boxes y hasta casi dormidos.

La pregunta del millón, ¿cuándo le cambio?
La piel de nuestros pequeños aventureros es muy suave y delicada por lo que en la medida de lo posible hay que evitar que estén con el pañal mojado. Teniendo en cuenta esto, cada vez que haga pipí o popó es conveniente cambiarle para evitar posibles irritaciones. 

Si hiciéramos una media podrían salir unos 7-8 pañales al día, porque lo más importante es que el bebé esté cómodo y seco el mayor tiempo posible. Esta cantidad se irá reduciendo a medida que tu bebé vaya creciendo.

Gracias a tu instinto y a las rutinas de tu bebé, irás conociendo sus horarios y solo habrá que estar pendiente de pequeños imprevistos 😊.

Lo imprescindible
Antes de nada, lávate bien las manos y busca un lugar limpio, cómodo y calentito para los dos. La preparación y organización es lo más importante, tenlo todo a mano para que no tengas que moverte o buscar algo cuando estés en plena faena.

Vais a necesitar:

✔️Un pañal Chelino limpio acorde a la talla de tu bebé.
✔️Toallitas húmedas Chelino.
✔️Agua tibia, jabón suave y esponja.
✔️Una toalla para secar la piel ya limpia.
✔️Un cambiador o una superficie cómoda y segura.
✔️Una cremita protectora en las ocasiones que lo percibas necesario. 

Ya estás listo
Coloca a tu bebé sobre su espalda, suelta los adhesivos del pañal que vas a cambiar y pégalos de nuevo para que no rocen la piel del bebé. 

Empiezan los malabarismos. Con una mano, sujeta al bebé por los tobillos, levántale un poco para que el culito quede elevado y, así, puedas quitar el pañal sucio con la mano libre.

Ahora límpiale bien las nalguitas, puede ser con agua y jabón o con toallitas Chelino, también esos plieguecitos entre los muslos y las nalgas. Seca bien la piel y aplica suavemente una pequeña cantidad de crema para protegerlo de las irritaciones.

Vuelve a coger con una mano los pies de tu bebé y levántale para colocarle el pañal Chelino nuevo. La parte que tiene los adhesivos es la que va bajo las nalgas. Abre el pañal y pasa entre sus piernas la parte de delante, sobre su barriguita. Fíjate que la parte de atrás quede un poco más alta que por delante. 

Cierra el pañal pegando las tiras adhesivas con la tecnología Accordion Stretch, exclusiva de los pañales Chelino. Pégalas sin que apriete demasiado, ni quede suelto. ¿Y cómo es esto? Mira que quede espacio para meter dos deditos entre el pañal y la tripita del bebé. 

Asegúrate de que las barreras anti-escapes hayan quedado bien colocadas, hacia afuera, para evitar fugas.

¡Papis, habéis sacado un 10! Al menos en teoría, ahora hay que practicar.  Vuestro pequeño aventurero está listo para hasta 12 horas de protección.