niño o niña

Hace unos días hablaba con una amiga que está embarazada de su segundo hijo. Ella se ha enfrentado a una historia muy curiosa ya que le costó mucho mucho poder tener a su primer hijo, David, y ahora, sin esperarlo, se ha quedado embarazada de nuevo, cuando David tiene tan sólo un añito. Me contaba la noticia con mucha felicidad, pero a la vez con algo de tristeza, ya que le acababan de confirmar que trae otro niño, Carlos se llamará. Ella tenía mucha ilusión por poder tener una niña y parece que esto le ha trastocado los planes, y lo curioso es que no es la única, ya que más veces de las que pensamos estos casos se dan en madres embarazadas.

Mi amiga me lo contaba con cierto grado de culpabilidad en sus palabras, se sentía mal por estar decepcionadas con el sexo de bebé, sin embargo no hay le hice ver que en realidad, es una reacción muy normal. Los especialistas hacen hincapié en que es mejor exteriorizar nuestros sentimientos ante esta noticia, sin tener miedo a parecer frívolas o egoístas. Nadie puede decirnos cómo debemos sentirnos y mucho menos en algo así. Por otro lado este extraño sentimiento va a desaparecer con el paso de los meses y sobre todo cuando tengamos a nuestro pequeñín en brazos.

Otra cosa totalmente diferente es que esta tristeza inicial acabe convirtiéndose en obsesión, en rechazo a nuestro embarazo o que acabe incidiendo de forma negativa en nuestro día a día. En este caso es totalmente recomendable acudir a un psicólogo y además hacerlo acompañada por tu pareja. Da igual que la desilusión sea sólo tuya o sólo de él, es un problema que hay que atajar juntos.

Ante todo debemos ser conscientes a la hora de tener un hijo que queremos tenerlo porque tenemos la necesidad de ser padres, y que el sexo del pequeño nos da igual. Por otro lado, parece muy recurrente, pero no nos olvidemos de lo esencial: vamos a ser papás de un bebé maravilloso que afortunadamente nacerá sano y sin ningún problema.

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