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Cuando son recién nacidos es el momento en el que más horas duermen al día, aunque suelen hacerlo en períodos de tan solo unas horas y eso puede resultar agotador. Se convierte en costumbre no dormir bien por las noches, pero tranqui… es solo una etapa.

Las noches sin dormir por los lloros de tu baby son un rito de iniciación por el que hay que pasar y no pasa nada, ¡de verdad! La calidad del sueño irá mejorando a medida que aprende lo que ve en su entorno más cercano.

Desde Chelino®, te traemos algunos tips para que tu pequeño y tú podáis disfrutar de noches de descanso.

Tranquilo, a tu ritmo

Si bien es cierto que los primeros meses tu bebé duerme más horas de las que está despierto, establecer un ritmo y un horario de sueño uniforme pueden resultaros de gran utilidad.

¿Sabías que un recién nacido puede tomar leche entre 8 y 12 veces al día? Esto puede hacer que tus horarios de sueño y los de tu pareja se vean alteraros. Una buena idea es establecer una rutina de sueño: dale de comer, cámbiale el pañal, dale un masajito relajante y, por último, ¡a dormir!

Siempre a mi ladito

Desde que nace, tu baby y tú os pasáis la mayor parte del tiempo juntos. Para conseguir que duerma sin problemas el mayor número de horas posibles durante la noche, la solución: instalar su cunita en tu habitación.

Los primeros 6 meses son aquellos en los que más necesidad tiene de sentirse seguro, y es a tu lado donde consigue tener esa tranquilidad. Por eso, acomodar su cunita cerca de tu cama ayudará a que su sueño sea más tranquilo y largo.

¡Todo tuyo!

Una vez que el pequeño se acomoda a estar en casa, generalmente, encuentra un objeto que se convierte en su fiel acompañante. Puede tratarse de una mantita, un chupete, un peluche o incluso un trapito.

Ese pequeño objeto hace que sienta paz y supone una forma de mostrar su apego hacia ti y, por ende, una forma de ganar independencia emocional. De ahí, que sea importante que, si tu baby tiene un objeto de consuelo, se lo coloques cada noche en la cunita. ¡Verás que maravilla!

Así, cierra los ojitos

¿Cuántas veces te has levantado porque el ruido o la luz te molestaban? Las personas estamos hechas de tal manera que ciertos estímulos pueden resultarnos molestos y los peques no iban a ser menos. La luz y el ruido generan cortisol que es la hormona del estrés y hace que te despiertes.

Por tanto, si está casi a oscuras y no tiene ningún ruido que incomode su momento de descanso, tu pequeñín sentirá que tiene la seguridad de cerrar los ojitos y dormir plácidamente.

Desde Chelino® esperamos que todos estos tips os ayuden a que los lloros cesen y, recuerda, si tu peque duerme, tú también duermes.