A medida que nuestros hijos van creciendo, nos vamos encontrando con numerosas necesidades que tenemos que cubrir, y una de ellas es su salud bucal. Hemos hablado en otra ocasión de la salida del primer diente, cuándo es el momento en el que comienza el proceso de dentición. Cada niño lleva su ritmo, tanto en la dentición como en muchas otras cosas de la vida, y también es así en la caída de estos primeros dientes de leche que les empezaron a salir cuando eran unos bebés.
En muchas ocasiones, sobre todo cuando somos padres primerizos, nos preguntamos cuándo es la edad idónea para que visiten a un dentista. No tiene que ser porque notemos algo raro en sus piezas dentales. Simplemente, igual que acudimos a revisión pediátrica, la boca también necesita su control y cuidado, y un buen profesional es el que mejor nos puede ayudar en este sentido. Hace unos cuantos años los odontólogos no eran partidarios de que acudiéramos a sus consultas hasta que todas las piezas dentales de leche hubieran salido, pero es cierto que cada vez hay más niños que sufren caries en edades tempranas, lo que se llama caries del biberón, por lo que según sus recomendaciones se adelanta esta edad a los 12 meses.
En esta primera visita, además de una serie de consejos sobre higiene bucal que les darán a nuestros hijos, se controlarán aspectos como la mordida, salud de las encías y colocación de los dientes de leche que pudieran interrumpir la salida de las piezas definitivas.
Antes de ir con ellos al dentista es fundamental que les transmitamos a nuestros hijos serenidad. A muchos adultos nos atemoriza la idea de visitar al dentista y acudimos en ocasiones cuando ya no nos queda más remedio. Si desde pequeños aprenden que ir a controlar nuestros dientes es algo natural y carente de riesgo, en el futuro podrán afrontar sin miedo esas visitas que a nosotros nos desagradan tanto.
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