Estamos de acuerdo en que ser padres es de las cosas más bonitas que le pueden suceder a una pareja. Pero también es cierto que hay muchas ocasiones en las que estos acontecimientos nos sobrepasan, no sabemos muy bien cómo afrontarlos y al final acaban repercutiendo de manera negativa en nuestra vida en pareja. No nos debemos preocupar, es relativamente normal que al principio nos cueste adaptarnos a la nueva situación que hay en casa, pero una vez comprendido y asimilado todo lo que la llegada de nuestro pequeño conlleva, sabremos disfrutar en pareja todo el nuevo universo que se abre ante nosotros.
Lo más importante de todo es que no perdáis la confianza y la comunicación el uno en el otro. Precisamente la existencia de esta comunicación, que en realidad es la base de cualquier relación humana sólida, va a ser la que os haga ver que la situación que estáis pasando es algo temporal y que va a acabar pasando. Hablar y escuchar os ayudará (como nos ayudó a muchos) a ver cuáles son los miedos, las inquietudes y las necesidades de la otra persona ante la nueva situación en casa. Esto os servirá para daros cuenta de que en realidad compartís muchas de las emociones que estáis viviendo en ese momento y os servirá de apoyo en los momentos difíciles.
Esa comunicación no solo la tenéis que llevar a cabo hablando, también compartiendo actividades, hobbies, salidas… en fin, haciendo todo eso que os unió un día y que ahora se verá reforzado con un nexo más: vuestro pequeño.
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