lahora del baño

El baño de nuestro bebé es el momento más especial del día. La hora elegida suele variar, aunque casi todos los padres escogemos la última hora de la tarde, normalmente antes de la última toma, de manera que sirva, además de para realizar el aseo corporal, también como momento de relajación y preparación para la noche.

Una de las cosas más importantes es la temperatura del agua. Ésta debe encontrarse entre ventiocho y treinta y siete grados, ni muy caliente ni muy fría, para que así no le produzca un cambio muy brusco cuando el bebé entre en contacto con ella. Debemos introducir a nuestro bebé en el agua siempre por los pies. De esta forma, la impresión no será tanta y contribuiremos así a un estado de relajación previo a la toma. También son muy importantes los productos que utilizamos para el aseo. Siempre debemos escoger productos con pH neutro, de forma que no dañe la piel tan sumamente delicada de nuestro bebé. Cuando nos encontramos con pieles afectadas por dermatitis atípicas lo mejor es consultar a un dermatólogo que es quien mejor nos puede recomendar los productos más adecuados.

Cuando somos padres primerizos no sabemos muy bien como tenemos que coger a nuestro hijo para proceder al baño. Siempre deberemos escoger una postura cómoda fundamentalmente para el bebé, que básicamente consiste en apoyar su cabecita en el hueco de nuestro brazo y cogerle el hombro opuesto con esa misma mano, de esta forma aseguramos que no va a resbalar dentro de la bañera.

El momento del baño para muchos bebés es un verdadero suplicio. Nada mas lejos de relajarse, lo que hacen es irritarse más, y llegar a un estado de nerviosismo que hace que llegue a la siguiente toma muy alterado y sin ganas de comer. Muchas veces esto no sabemos por qué se produce, ya que aún es muy pequeño para expresarse.  Pero cuando la actitud es reiterada es evidente que algo en el proceso está fallando.  Algo estamos haciendo incorrectamente para que todos los días ocurra lo mismo. A muchos bebés simplemente no les gusta la hora que elegimos para el baño: prefieren bañarse por las mañanas o mucho antes de la última toma. En otros casos pasan frío, bien porque el agua no esté a la temperatura adecuada o porque en la habitación donde le bañamos hace frío, la esponja que hemos elegido “raspa”, y le hace daño cuando la pasamos por su piel, etc.  Muchos pueden ser los motivos, pero seguro que con el paso de los días iremos descubriendo el porqué de tanto llanto sin consuelo siempre a la hora del baño.

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