POST BLOG 11 08

Hoy te dedicamos este articulo a ti futura mamá, porque sabemos lo que es estar embarazada en verano y el calor que se pasa.

Los cambios hormonales que se producen durante la gestación suben la temperatura corporal. Por ello, en verano deberemos tener más precaución de lo normal para llevarlo lo mejor posible. Más aún si se trata de una repentina ola de calor y si el embarazo está muy avanzado. Además de influir en la embarazada esta situación podría hacer que el parto se adelante. Las altas temperaturas podrían provocar contracciones uterinas y el estrés del calor aumenta la producción de las hormonas desencadenantes del parto como la oxitocina y la prostaglandina.

Infórmate de la previsión del tiempo y prepárate para que no te sorprenda una ola de calor. Te dejamos unos consejitos para que lo lleves lo mejor posible.

1. Evita exponerte al sol en las horas de mayor calor, sobre todo entre las tres y las cinco de la tarde.

2. Huye de los lugares con demasiada gente. Evita las aglomeraciones de personas, donde seguramente hará más calor y no habrá espacio para correr el aire.

3. Utiliza ropa ligera, si es de algodón mejor. Usa ropa cómoda, amplia y fresca, de tejidos naturales, transpirable y preferiblemente de colores claros.

4. Mantén la casa fresca. Si hace demasiado calor usa el aire acondicionado si lo tienes. Si no, abre las ventanas solo a primera hora de la mañana y por la noche. Durante el resto del día intenta tener cerradas las persianas y ventanas.

5. Siempre con tu botella de agua y no la olvides cuando vayas a salir de casa. En este momento es el más que importante que te hidrates bien. Se calcula que necesitarás entre 2 o 3 litros al día, así que lleva tu agua a todos lados y recuérdate beber de vez en cuando.

6. Si sudas mucho, bebe también zumos naturales. Estos te darán el extra de azúcar y sales minerales que necesitas.

7. Un abanico en el bolso tampoco te vendrá mal. Si lo tienes a mano en cualquier momento que notes un calor repentino te servirá para bajarte un poco la temperatura. En vez de un abanico también podría ser un spray con agua para refrescarte si lo necesitas y si los combinas… ¡la pera!

8. Los alimentos frescos serán tu mejor amigo. Las ensaladas, vegetales, gazpachos, frutas de verano, etc. contienen mucha agua y te ayudarán a mantener la hidratación. Evita las comidas pesadas, grasientas, con muchos hidratos de carbono o demasiado abundantes. Es mejor comer más veces a lo largo del día, pero que sean más ligeras y de fácil digestión.

9. Protege tu piel. Durante el embarazo la piel es más sensible al sol. Utiliza crema solar de protección muy alta ya que a veces aparecen quemaduras y manchas solares (sobre todo en la cara) conocidos como cloasma o melasma. Intenta bloquear los rayos solares de forma directa con sombreros y sombrillas para que puedas estar a la sombra el mayor tiempo posible.

9. Camina para evitar que se hinchen los pies y las piernas. Esto no quiere decir que realices actividades físicas intensas y mucho menos a las horas centrales del día. Aprovecha las mañanas y las noches para pasear.

Si puedes refrescarte en la piscina o en el mar será un plus. Además, la natación es uno de los deportes más recomendados durante el embarazo porque reduce la presión en las articulaciones, tonifica los músculos e impide el sobrecalentamiento. Consulta con tu médico por si fuera necesario tomar algunas precauciones o no fuera recomendable por la etapa del embarazo en la que te encuentras o por tu caso en particular.

Disfruta del verano y de cada uno de los momentos de esta etapa tan especial ya que cada día que pase será uno menos para conocer al pequeño aventurero o aventurera que viene en camino. ¡No podemos esperar a conocerle!