Sabemos que tu peque es lo más importante de tu vida y darle una infancia llena de amor y paz es tu mayor prioridad. Pero, ¿sabes cómo conseguirlo? Muy sencillo, con el apego seguro: el vínculo emocional que vas a establecer con tu pequeño aventurero y que determinará cómo será el día de mañana.
La vida está llena de emociones, pero pocos sentimientos son tan intensos como los que las mamis y papis sienten por su bebé recién nacido. Conforme van pasando las semanas y los meses ese vínculo emocional va aumentando.
Seis primeras semanas de vida
Los bebés nacen con predisposición a relacionarse y muestran preferencias por las voces y las caras de quienes cuidan de ellos, les dan de comer, les cambian el pañal, les cantan nanas y leen cuentos, etc.
Desde que nace hasta los tres meses
En esta etapa el bebé manifiesta su preferencia por la persona que lo cuida. A medida que sus necesidades van siendo cubiertas, se crean las bases del vínculo de apego que empieza a unir de forma especial al pequeño con sus papis.
De los tres a los seis meses
En esta fase el bebé empieza a responder a sus seres queridos de forma diferente a como lo hace con personas extrañas. Se siente tranquilo y seguro con sus papis y se muestra incómodo cuando no están cerca. Estos meses son clave para que tu peque adquiera ese sentimiento de confianza.
Desde los seis meses hasta el primer año
El vínculo del apego termina de consolidarse. Cuando los papis se separan del bebé, muestra su angustia llorando y rechaza a las personas desconocidas, pues se ha creado un profundo lazo de afecto y confianza entre los papis y el chiquitín.
A partir del primer año
Por lo general, en este periodo ya andan y se mueven de un lado a otro y normalmente no generan tanto rechazo hacia los desconocidos. Aquí el vínculo se vuelve más maduro, fruto del desarrollo emocional e intelectual de tu peque.
Tips para fortalecer el vínculo con tu peque
Es importante que tu peque también perciba tu cariño. Los bebés reconocen las emociones, por eso es importante ser expresivo cuando le abrazas, acaricias, besas… incluso cuando le consuelas después de una rabieta. Que sepa que estás ahí pase lo que pase y que vas a responder de manera satisfactoria a sus necesidades. También es fundamenta el contacto de piel con piel, pues les transmite amor, serenidad, seguridad y bienestar.
Sin embargo, hay que evitar la sobreprotección. Deja que tu pequeño aventurero explore lo que hay a su alrededor. De este modo, fomentas su autonomía para que se dé cuenta de las cosas que puede hacer sin tu ayuda, pero que sepa que estás cerca para apoyarlo cuando lo necesite.
Desde Chelino® esperamos que estos tips os ayuden a reforzar vuestro vínculo de apego con vuestros peques. ¡Y recuerda! Hay dos ingredientes básicos y necesarios: el cariño incondicional y la sensibilidad para responder a sus necesidades. ¡No es necesario tener a tu peque entre algodones! Hay que dejarlo crecer, esforzarse y aprender poco a poco a ser independiente. ¡¡Pero siempre con muchos, muchos mimos!! 💙