GUÍA PARA ACABAR CON LAS RABIETAS DE TU BEBÉ

Si los bebés hablaran muchas mamis y muchos papis como tú tendrían resuelto uno de los interrogantes más comunes que se presentan a diario: ¿Por qué está llorando mi bebé?

Los niños nos ponen a prueba constantemente, a veces porque no saben expresarse como les gustaría y otras porque son demasiado pequeños para saber gestionar sus emociones. ¿Qué podemos hacer entonces? Aquí van algunos consejos que pueden resultar de gran utilidad.

Saca la lupa e identifica las causas.

Identificar las causas de las pataletas no es fácil, pero tampoco es una misión imposible. Si tu pequeñ@ se lleva las manos a la boca, puede que sea porque tiene hambre y si se las lleva a los ojos porque tiene sueño.

Otras causas comunes por las que un recién nacido llora son los cólicos, la ropita – quizá, algún botón, cremallera o etiqueta le está molestando –, incomodidad porque el pañal está sucio y le pica o, sencillamente, porque necesita que le cojan en brazos. Si aún así el llanto de tu bebé persiste, puedes probar a sacarle de paseo o si es algo fuera de lo habitual acude con él al médico.

Utiliza la empatía.

Las rabietas a la hora de la comida son un clásico… Seguro que reconoces ese momento en el que tu baby se niega a comer y está que ‘echa humo’. Los niños pequeños no pueden controlar determinadas situaciones y tampoco pueden expresarse como les gustaría.

Por eso, lo mejor en estas situaciones es que trates de averiguar el motivo de su berrinche. Tal vez sea la textura del puré o que los trocitos de verdura están tocando el pollo. En cualquier caso, utiliza la empatía para encontrar una solución.

Saca tiempo de calidad.

Aunque pasas mucho tiempo con tu bebé, ¿sientes que estáis juntos, pero, al mismo tiempo, que no lo estáis? Las tareas de la casa, el trabajo, la compra… pueden robarte tiempo de calidad con tu pequeñ@. La conciliación familiar no es fácil y, en ningún caso debes sentirte culpable por ello.

Para sacarle partido al tiempo que pasas con tu bebé aprovecha los desayunos y las comidas, crea rutinas y horarios de juego, apaga el móvil y la televisión cuando estéis juntos y, sobre todo, disfruta de cada momento. Tu bebé lo notará y tú también.

Respira… y mantén la calma.

El sofocón de las mamis y los papis primerizos cuando a su hij@ le entra una rabieta fuera de casa hay que pasarlo en algún momento, esto es así… En situaciones como esta, mantener la calma y actuar como si no pasara nada es muy importante.

Olvídate de lo que puedan pensar los demás, respira profundo y, por supuestísimo, en ningún caso levantes la voz porque si tú gritas las neuronas espejo entrarán en acción y, es posible, que tu peque termine gritando también. Ya sea en un restaurante, en casa de familiares o amigos… si el lloro va in crescendo y la presión te puede, sal de la escena. Estar fuera del foco os ayudará a l@s dos a encontrar la calma.

Charla con tu bebé.

Preguntarle a tu bebé de un año en plena rabieta ‘¿qué te pasa?’ o ‘¿cómo puedo ayudarte?’ quizá no sea la mejor solución. Ahora bien, si cuando se ha calmado tratas de conectar con él haciéndole estás y otras preguntas, lo que conseguireis juntos es crear un vínculo maravilloso que con el tiempo le permitirá desarrollar su inteligencia emocional.

Anticípate a tu pequeñ@ aventurer@.

Si ya sabes que a tu baby le da por llorar cuando le cambias el pañal, lo mejor es que te anticipes. Por ejemplo, intenta entretenerle con su juguete favorito mientras haces el cambio, ponerle un poco de música o cantarle una canción. El cambio de pañal con los pañales Chelino® será un ¡visto y no visto!

Papis… ¡no desesperéis! Este es un trabajo en equipo que requiere aprendizaje y mucha paciencia. Si tienes algún truco o consejo más, ¡nos encantaría escucharte!