viajando con peques

¡Vacaciones! Por fin vais a poder estar todos en familia, disfrutar y pasar más tiempo juntos. Pero antes nos enfrentamos a un largo viaje hasta nuestro destino, y es algo que te atemoriza. ¿Cómo reaccionarán tus peques a tantas horas sentados? ¿Estarán seguros, llegarán bien? ¿Qué podemos hacer?

De entrada, no te olvides, en vacaciones tampoco, de la seguridad. Comprueba el estado de vehículo, los neumáticos, y también de los accesorios adaptados para tus peques. Recuerda tensar las cinchas y revisar los anclajes de las sillitas y, con tiempo, comprobar que no se han quedado pequeñas. ¡Crecen tan deprisa! Si ves que su cabecita asoma por encima del respaldo, es hora de pensar en cambiar el dispositivo.

Los niños se aburren enseguida. Trata de mantenerlos entretenidos: ¡hay muchas formas! Desde luego, los vídeos y juegos electrónicos son muy útiles para este objetivo, pero, ¿y si aprovechamos el viaje para fomentar su imaginación y estrechar lazos? Nada le gustará más que jugar con papá y mamá al “Veo-veo”, a las adivinanzas, o a aprender y cantar canciones. ¿Qué tal si les cuentas un cuento?

Tenlo todo previsto: mudas para los más peques, comida y bebida y toallitas higiénicas. Parad cada dos horas; no sólo servirá para que el conductor o conductora mantenga más tiempo los reflejos a la hora de afrontar la carretera, sino que permitirá que los niños descansen, correteen un poco y jueguen. Si tienes todo controlado crearás una sensación de seguridad que se transmitirá a toda la familia y ayudará a hacer el viaje mucho más placentero.

El viaje no ha de convertirse en un mal recuerdo si queréis que se convierta en una costumbre familiar. Y recordad: prudencia en la carretera y paciencia ante los imprevistos. Disfrutad mucho y ¡hasta la vuelta!

¿Ya tenéis todo preparado para vuestro descanso anual? ¿Cómo lo vais a afrontar? ¡Contadnos!

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