Uso y cuidado de las brochas de maquillaje

Últimamente mi neceser de maquillaje está creciendo exponencialmente. Nunca me he pintado a diario y aunque me gusta la cosmética no solía acumular más que un corrector, una base, un par de barras de labios, un colorete en roll-on, lápiz negro, un estuche de tres sombras de ojos y la máscara de pestaña. Puede parecer mucho pero soy de las que disfruta dedicando tiempo, si lo tengo, a maquillarme. Mucho más ahora, que con la llegada del bebé y los cambios de mi cuerpo, me encanta experimentar nuevas bases o diferentes maneras de maquillarme para ensalzar u ocultar algunas de mis nuevas facciones. Esto ha producido que desde hace meses esté acumulando multitud de brochas y pinceles, en parte porque los veo en las tiendas y me convencen de que el maquillaje sentará mejor con ellos.

Lo cierto es que, si tienes buenas manos no tienen porqué ser imprescindibles, pero son muy útiles para conseguir acabados difíciles. La oferta de pinceles y brochas es cada vez más amplia y en ocasiones cuesta decidir cual sentará mejor, cada uno suele estar recomendado para el maquillaje de una zona facial pero su uso es libre, aunque el tamaño siempre determinará para qué zona es adecuado y si su utilidad es difuminar, perfilar o sombrear. Últimamente también se está haciendo común el consumo de video tutoriales sobre consejos de maquillaje, pero no es preciso el uso de un neceser de brochas profesional para conseguir los resultados. Puede bastarnos con una para sombrear, una kabuki para el maquillaje en polvo y un pincel para el labial.

Las brochas y los pinceles también requieren de cuidados para su conservación y que sus efectos sean constantes, tanto si son de pelo natural como si son sintéticas se hace imprescindible lavarlas semanalmente (si se usan en el maquillaje diario) y secarlas de forma natural para que mantengan sus cualidades.

En cualquier caso en la cosmética también entra en juego el gusto personal y según la mujer o el momento se puede preferir un maquillaje más natural, extendido por ejemplo con los dedos, uno más matizado mediante el uso de brochas. Como siempre, lo importante, sentirse a gusto con el maquillaje.
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