Hace poco nos llegaba una escandalosa cifra que indicaba que 22 millones de niños en la Unión Europea tienen sobrepeso. Increíble. Los malos hábitos de alimentación, las prácticas sedentarias, la no realización de deporte… pueden ser algunos de los factores que se escondan detrás de estos desoladores números. Sin embargo, en la actualidad también se están investigando otros factores (en concreto, el equipo de investigadores de un estudio llamado I.FAMILY) como los familiares, el entorno o la relación de estos con la genética, que próximamente podrían darnos respuesta a muchas preguntas.
El estudio, que se está realizando en ocho centros diferentes de toda Europa situados en Bélgica, Chipre, Estonia, Alemania, Hungría, Italia, Suecia pero también España, pretende investigar los hábitos alimenticios de diferentes familias de un nivel socioeconómico similar (medio). El objetivo es comparar los resultados de estos estudios entre familias que tienen hábitos alimenticios saludables y aquellas que no lo son tanto. De este modo factores como que los padres trabajen fuera de casa, podrían estar ligados a una mala alimentación del pequeño o, por ejemplo, el aumento de la inseguridad de los espacios públicos podría significar (si así lo indican en un futuro los números) una reducción en la actividad deportiva de los niños.
Sin embargo no solo los factores externos serán analizados en estos trabajosos estudios, también otros como la activación encefálica, los genes relacionados con las elecciones alimentarias, o los gustos de cada niños serán datos bases para comenzar a trabajar, según ha informado el periódico La Razón.
Sin duda, estaremos muy atentas a los resultados de estos estudios que podrían significar todo un descubrimiento (otro más!) para la alimentación y la salud de nuestros pequeños. Mientras tanto, la cuestión es sencilla ¿estamos alimentando bien a nuestros pequeños?
Fuente|La Razón
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