Ya hemos comentando en alguna ocasión en este blog lo bonito que es compartir experiencias con nuestros pequeñines. Pero si además las cosas que compartimos sirven para educarles y promover en ellos una serie de valores como el cuidado del medio ambiente y de la naturaleza, ¡mejor que mejor! Viviendo en el mundo que vivimos, en el que la contaminación, las emisiones de co2 y los problemas de la capa de ozono están al orden del día, una buena alternativa podría ser enseñarles a reciclar.
Un buen punto de partida, por ejemplo, es enseñarles a diferenciar los tipos de residuos. Obviamente, si nos han visto hacerlo en casa desde pequeños será mucho mejor y probablemente sean ellos mismos los que empiecen a hacerlo automáticamente. Conviene que entiendan que en el contenedor azul tiraremos todos los residuos que tengan que ver con el papel y cartón, en el amarillo los envases de plástico y briks, en el verde el cristal y en el gris todo aquello que tenga que ver con restos orgánicos de comida, tierra, corchos, plantas… También es bueno que conozcan que hay determinados lugares (dependiendo de la población estarán en un sitio o en otro) en el que se recogen pilas o incluso ropa.
Aprendan o no aprendan esto de una manera automática, lo bueno es que expliquemos por qué reciclamos. Si lo hacemos con ejemplos concretos, ellos lo entenderán mucho mejor. Es decir, si les comentamos que cuando estamos reciclando papel estamos evitando que se corten muchos árboles, porque de ellos se obtiene el papel, y que además también estaremos ayudando a animales e insectos que viven de los árboles, el niño asimilará mucho mejor que el trabajo que está haciendo sirve para algo. Por lo tanto lo hará con más ímpetu.
Si además de esto, asistes a talleres especiales de reciclaje con ellos, ves alguna película que esté relacionada con esto e implicas a otras mamás a hacer lo mismo para que los pequeños hablen de ello en el cole, seguro que la experiencia merecerá la pena y será mucho más fructífera.
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