Parece algo sencillo, sin embargo, suele darnos algún que otro quebradero de cabeza sobre todo a las mamis muy indecisas. Hemos estado tanto tiempo deseando que llegara el día del nacimiento de nuestro bebé, que casi hemos pasado por alto que tiene que tener un nombre. Y ahora que nos paramos a pensar… ¿cómo lo llamamos? ¿qué criterios buscamos para encontrar un nombre por el que se le llamará el resto de su vida? Quieres que refleje de alguna manera la personalidad del niño o de la niña, pero claro, también quieres que sea algo bonito de escuchar, moderno, que le guste a tu familia y amigos…
Y precisamente estos, la familia y los amigos suelen ser los que (con toda su buena fe, hay que decirlo) más indecisa te hacen sentir. Pero claro, tanto ellos como tú y tu pareja debéis tener claro que la última palabra la tenéis vosotros. Aunque cada uno es libre de llamar a su hijo como quiera, los expertos recomiendan que los padres no elijan nombres demasiado raros o complicados de escribir que pueden dificultar al niño determinados trámites burocráticos y papeleos o mucho peor, hacerle ser el punto de mira de las burlas del resto de niños. Del mismo modo, si ya de por sí el apellido de nuestro hijo es largo, lo mejor será ponerle un nombre más corto o al revés.
Una cosa que nos gusta mucho hacer a las mamis, es mirar el significado etimológico del nombre que queremos ponerle a nuestro bebé. Si tú también eres de esas, seguro que te interesa este diccionario de los nombres propios que hemos encontrado. ¡Es muy chulo!
Fuente|Serpadres.com
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