La incontinencia urinaria es una patología común que puede darse a cualquier edad. Normalmente cuando hablamos de incontinencia urinaria pensamos en la gente de avanzada edad, en las que suele estar acompañadas de otras enfermedades, o en las mujeres que han tenido parto natural, ya que es un común causante de esta molestia. A la hora de pensar en la infancia no le solemos prestar tanta atención y en determinados momentos puede malinterpretarse como un síntoma común. Pero al igual que en las personas adultas la incontinencia urinaria también genera falta de confianza y molestias en los niños.
Cada edad supone unas costumbres y una evolución a la hora de orinar. Sabemos que los recién nacidos vacían su vejiga directamente cuando está llena y que será con los años cuando comiencen a controlar sus micciones. Pero a partir de los cinco años la incontinencia urinaria deja de ser normal, aunque uno de cada diez niños continúa padeciéndola. Posteriormente, entre los cinco y los diez años, la cifra se rebaja y es uno de cada veinte niños. En estos casos lo más habitual es que la incontinencia se dé en las horas de sueño siendo más infrecuente la diaria.
Las causas de este problema son difíciles de explicar, suele tratarse de niños sanos siendo el motivo más común la capacidad de la propia vejiga aunque pueden influir otros factores como la ansiedad. En cualquier caso es importante que el pequeño se sienta cómodo y sea consciente de que no se trata de una patología para toda la vida.
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