Cuando nuestro peque no se encuentra bien, tiene un virus o bacterias, responde mostrando fiebre. Se trata de un mecanismo de defensa que nos indica que algo no va bien y que debemos controlarla.

La fiebre es un aumento de temperatura corporal superior a los 36,7º (tomada en la axila). La temperatura puede sufrir oscilaciones durante el día, es bastante común que por la mañana la temperatura sea más baja y que ésta tienda a aumentar a primera hora de la tarde hasta última hora, volviendo a descender por la noche.

La aparición de fiebre puede estar producida también por otras causas no relacionadas con una infección, como la digestión de una comida abundante o un ejercicio muy intenso.

Hay que diferenciar fiebre de febrícula, hablamos de fiebre cuando la temperatura se mantiene por encima de los valores considerados normales (36,6º) durante un periodo de tiempo más o menos largo. La febrícula, también conocida con la expresión de “tener unas décimas de fiebre” se produce cuando la temperatura corporal oscila entre los 36,7º y los 38º Se considera fiebre alta a partir de los 38º.

La febrícula puede deberse a diferentes causas como pueden ser el inicio de un proceso infeccioso, estrés, o al momento en el que le empiezan a salir los dientes al peque.

¿Por qué puede tener fiebre mi bebé?

La fiebre es un mecanismo que entra en acción cuando en el organismo se produce una inflamación, una infección, o ambas a la vez. En función de cuál sea la causa que ha producido la aparición de fiebre en el bebé el pediatra elegirá el tratamiento más oportuno. Estos son algunos de los síntomas que pueden ayudar a identificar la causa de la fiebre:

– Dolor de cabeza, debilidad, escalofríos.

– Vómitos.

– Tos y nariz taponada.

– Dolor de oídos.

– Diarrea.

– Dolor de estómago.

– Dolor al orinar.

– Erupciones en la piel.

¿Cómo puedo bajarle la fiebre?

Lo primero a tener en cuenta es que previo a administrarle al peque cualquier tipo de medicamento éste debe estar prescrito por su pediatra.

1. Si la temperatura (recordamos que se toma en la axila) es superior a los 38º se recomienda administrar un medicamento antitérmico para bajar la temperatura. En este caso será el pediatra quién determine qué fármaco o fármacos utilizar, la dosis y el tiempo durante el que se debe administrar.

2. También es recomendable dejar al bebé ligero de ropa, de esta forma dispersará la acumulación de calor. La temperatura de la habitación en la que se encuentre no debería rebasar los 21º.

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3. Es importante mantener una buena hidratación por lo que debemos instarle a que beba muchos líquidos, especialmente agua.

4. Otro método para bajar la fiebre es bañarle en agua templada. De esta forma también se ayuda a dispersar el calor.

¿Cómo sé si debo acudir al pediatra cuando mi hijo/a tiene fiebre?

Como os decíamos anteriormente, es muy importante que no administréis medicamentos a vuestros hijos que no hayan sido previamente prescritos por su pediatra. Dicho esto, hay veces que dudamos si debemos acudir al pediatra o no es necesario, para ello os queremos contar en qué situaciones hay que acudir inmediatamente:

– Menores de 6 meses con fiebre por encima de 38º.

– Mayores de 6 meses con fiebre superior a 39º.

La fiebre no baja tras haber pasado 48h o, aún no siendo muy alta, persiste durante días.

La fiebre aparece tras haber estado expuesto al sol y a altas temperaturas.

– Además de fiebre, tiene vómitos o dificultad para respirar.

La fiebre de tu peque en claves:

– A pesar de que la tendencia actual es no combinar o alternar el uso de fármacos como el ibuprofeno y el paracetamol, para bajar la fiebre, será el pediatra quién prescriba el/los fármacos a utilizar, así como su dosis y duración del tratamiento.

La cantidad de medicación que se le administra a los peques depende de su peso y de las instrucciones del pediatra.

– Un baño en agua templada ayuda a que la temperatura descienda, pero el agua no debe estar demasiado fría o el choque de temperatura perjudicará al peque.

– Mantener al niño/a hidratado facilita la eliminación de la infección.

– Cuando un niño/a tiene fiebre es normal que no tenga apetito. Tolerará mejor los alimentos líquidos como purés.

La fiebre no es una enfermedad, sino un mecanismo de defensa del organismo para indicarnos que algo no va bien. A pesar de que nos preocupe ver a nuestros peques malitos no debemos agobiarnos si le da fiebre, ya que es bastante normal que los niños/as cojan pequeñas infecciones y virus.

Acudir al pediatra es fundamental para saber cuál es la mejor forma de ayudar a la salud de nuestros hijos/as y esta tranquilos.

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¡Qué paséis un feliz día!