mi bebe es celiaco

Hace unos años apenas se hablaba de ello, pero ahora parece que cada día más personas de tu entorno lo padecen. De hecho, hasta uno de cada ochenta niños en España han sido diagnosticados como intolerantes al gluten,  sobre el 40% de los nuevos casos se descubren en niños de entre dos y seis años. Y, claro, nos da qué pensar. ¿Y si mi bebé es celíaco?

¿Cuándo preocuparnos? En primer lugar, cuando hay antecedentes familiares: se trata de una afección genética, por lo que si un tío o primo la padece, existen más probabilidades de que nuestro bebé también. En segundo lugar, tendríamos que estar atentos a las señales. Si nuestro bebé sufre de distensión abdominal, diarrea y pérdida de peso, no estaría de más preguntarle a nuestro pediatra acerca de la conveniencia de realizarle una prueba. Recuerda que, en este caso como en tantos, el diagnóstico precoz ayudará a prevenir otra serie de problemas asociados.

La prueba es aparatosa pero no conlleva riesgo alguno. En una primera fase no sería necesario más que un análisis de sangre para detectar ciertas sustancias en ella. De ser el resultado positivo, se le mandaría hacer una biopsia intestinal, en busca de mucosidades atrofiadas. Una vez obtenido este resultado, vuestro especialista os recomendará un cambio de hábitos de alimentación. Tu hijo deberá seguir estas normas de manera escrupulosa a lo largo de toda su vida.

Deberemos evitar todo aquello que lleve gluten, controlando su alimentación no sólo cuando está en casa, sino también fuera, en el cole o en casa de familiares. Procura que su entorno conozca sus necesidades especiales y, en cuanto sea lo suficientemente mayor como para entenderlo, haz que él también aprenda a conocer y controlar aquello que puede y no puede comer.

Puede parecer engorroso, pero la verdad es que se trata sólo de cambiar ciertos hábitos y de adquirir nuevas costumbres. En seguida todo se normalizará, y podrás centrarte en lo que importa, que es el día a día que tu bebé te regalará.

Imagen| Bigstockphoto