reposteria infantil
En realidad nunca se fue, el placer de degustar un dulce en cualquier momento es inherente al ser humano pero durante los últimos meses la repostería creativa se ha impuesto. Han proliferado múltiples ferias dedicadas a ella, ha crecido el número de tutoriales y recetas online que aconsejan sobre su preparación y, sobre todo, el número de personas que se lanzan a crear sus propios postres aunando maestría y creatividad. Es por eso que puede ser un plan perfecto para compartir en familia ya que aúna dos de las cosas que más les gustan a nuestros peques: ¡hacer cosas con las manos y el dulce!

Nos divertimos creando y cocinar entretiene. Basta con esas premisas para lanzarse a cocinar los coloridos postres que inundan escaparates y fiestas, no hace falta haber cocinado previamente, simplemente con dejarse aconsejar por revistas, libros, blogueras o programas televisivos cualquiera puede sorprender en cenas y celebraciones.

Los cupcakes son la cabeza de esta tendencia. Las magdalenas clásicas han evolucionado abriendo un inmenso mundo de posibilidades aunque los orígenes de los cupcakes datan del siglo XIX, momento en el que se cocinaban en pequeños recipientes de barro que, como ahora, eran para un único comensal. La evolución de las técnicas culinarias y la facilidad para adquirir los productos necesarios para su elaboración hacen posible que de cualquier cocina salga una gran repostería.

Pero si sabes que tu tarta, la que haces siempre ya es deliciosa o no te sale rentable cocinar postres individuales la gran opción para sorprender en la mesa son las decoraciones con fondant. Con él se puede cubrir cualquier postre; pasteles, tartas, bollos o cupcakes dándoles cualquier forma y color. Lo más divertido es escoger una temática acorde a la celebración, más de cara a las fiestas navideñas, para transformar la tarta en un balón, una casa, una flor… o crear toda una historia en ella.

Con tiempo, un horno y mucha creatividad la repostería creativa confirma que es posible que los invitados sonrían sin probar el postre, será suficiente con verlo.

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