Es una práctica muy demandada en países como Alemania (donde reciben el nombre de “tagesmütter”) o Reino Unido (donde reciben el nombre de “Childminder”), y poco a poco se está implantando en nuestro país. Se trata de una alternativa de educación para nuestros pequeños que se aleja de las tradicionales guarderías y se centra en grupos reducidos de niños (3 o 4) que son educados en las propias casas de las cuidadoras quienes ofrecen un servicio pedagógico, no asistencial, en un espacio más familiar y con una atención más exclusiva. Aunque es un servicio que se ha implantado en ciudades como Madrid, donde hay dos asociaciones que reúnen a un centenar de cuidadoras, Barcelona, Bilbao o Valencia, en realidad es una actividad que no está regulada por ningún tipo de normativa legal (al menos de momento), hecho que está produciendo que sean las propias profesionales las que vayan creando poco a poco una serie de normas y reglas en torno al servicio, que suele rondar los precios de las guarderías privadas más o menos.
Las principales características de estas “madres de día” es que acogen en sus casas, que suelen tener un espacio al aire libre o un parque cerca, a los menores de tres años un máximo de ocho horas al día. Los grupos súper reducidos no superan los 4 niños y cuando entre los usuarios hay un bebé que tiene menos de 12 meses, estos grupos se reducen aún más a tres niños. Estas madres de días son pedagogas, educadoras infantiles… o similares. Son las propias cuidadoras las que día a día están pidiendo una regulación de esta actividad que en lugares como Navarra o País Vasco ya han regulado de alguna manera. En el caso de Navarra, una orden foral de 2006 permite este tipo de actividad para profesionales con titulaciones específicas. Esta actividad, tal y como se explica en el extenso reportaje que realizaba el periódico El País hace algunos días, incluso estuvo subvencionada durante algunos años a través de la asociación Casas Amigas.
A la espera de que se regulen estas actividades, lo cierto es que resultan más que interesantes a la hora de barajar posibilidades para llevar a nuestros niños a guarderías. Por lo que es un punto a tener en cuenta en nuestras listas de preferencias ¿verdad?
Fuente|El País
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