embarazo de riesgo

A todas nos preocupa, a la hora de afrontar nuestra maternidad, situarnos dentro de la población que padece embarazo de riesgo. Para tratar de tranquilizarte, he aquí algunos datos que deberías conocer. El embarazo de riesgo es aquel que, por las circunstancias que lo rodean, presenta estadísticamente una incidencia mayor de la mortalidad o enfermedad del bebé o de la madre. La eficaz identificación de estos factores puede servir para prevenir los problemas o por lo menos aminorar sus consecuencias.

Estos factores pueden ser de diversa índole: sociales, médicos (preexistentes) y sobrevenidos. En la valoración de los primeros intervienen factores culturales que no trataremos en este post por ser ajenos a su temática. En los demás, y tras proceder con las analíticas normales en cualquier embarazo, se pedirán aquellas pruebas correspondientes al problema específico de la paciente.

Se procederá a partir del momento del diagnóstico a realizar un exhaustivo seguimiento de la evolución, tanto del feto como de la madre. Es muy importante que la paciente sea adecuadamente informada de todos los pasos y procedimientos a seguir, así como de los posibles riesgos o complicaciones. Aunque  a lo largo de todo el proceso se tendrá en cuenta la salud de ambos, feto y madre, procurando el mayor bienestar para ambos, en todo momento se mantendrá la máxima de que la información es vital a la hora de tomar cualquier decisión.

En estos momentos difíciles, es imprescindible que se establezca un vínculo de confianza absoluta entre el médico y la paciente, pues suele ocurrir que las emociones, a flor de piel en cualquier embarazo, pero mucho más cuando está sometido a semejante presión, alteren la noción de la realidad de la futura mamá. Es por eso que, ante la menor duda o sospecha acerca de cualquiera de los procedimientos, se trate de aclarar mediante el diálogo sincero y directo de todas las partes afectadas. Por supuesto, aquí también, el apoyo y sostén de familia y pareja resultan imprescindibles.

La ciencia médica produce milagros. Asesórate bien y ponte en manos de un equipo de profesionales que os tratarán, a ti y a tu bebé, de la mejor manera posible.

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