En estos tiempos de egoísmo y falta de solidaridad, pocos gestos se perciben como necesarios si no aportan un beneficio económico privado e inmediato. Y sin embargo, si no fuera por el altruismo y desinterés de gran parte de la población, consciente de que cualquier progreso ha de partir del esfuerzo colectivo, no habríamos llegado tan lejos. Por eso hoy queremos que recapacitéis acerca de la conveniencia de donar el cordón umbilical.
Se trata de algo absolutamente inocuo para ti o para tú bebé pero que puede significar una enorme diferencia tanto para personas afectadas por enfermedades graves como la leucemia como para el avance científico en pos de un mundo mejor y más seguro, también para ti y tu bebé.
La sangre del cordón umbilical es muy rica en células madre sanguíneas, es decir, que a partir de ellas se puede lograr que un enfermo incapaz de reproducir sus glóbulos, porque su médula espinal, que es la encargada de “fabricar” estos imprescindibles componentes esté dañada, vea revertido este proceso. Si, por la razón que fuera, no sirviera para esta potencialidad, también puede ser empleado para la investigación de curas contra otro tipo de males hoy en día incurables.
Esta donación se realiza, naturalmente, de manera altruista, pensando en el bien común y en la persona anónima que pueda aprovecharse de ello en un futuro. Cualquier madre sana puede donar, sin que el proceso interfiera en el parto, pues el bienestar de la mamá y el bebé son siempre prioridad. Si estás interesada en este hermoso gesto de generosidad, infórmate en tu Centro de Salud: allí te asesorarán e indicarán los pasos a seguir, bien sencillos y nada comprometedores, por otro lado.
Muchas parejas hoy en día, incluyendo a los Príncipes Herederos, Don Felipe y Doña Letizia, han optado por conservar esta fuente de vida, bien para todo el mundo, bien para uso privado. ¿Y tú? ¿Te lo has planteado? ¿Has tenido ya experiencias en este sentido? ¡Cuéntanos!
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