depresion pos parto

Ya estamos en casa, por fin tenemos a nuestro bebé con nosotros. Han pasado nueve meses interminables, llenos de incertidumbres y miedos, y a la vez alegrías e ilusiones, y ahora empezamos una nueva etapa juntos. Pero algo no termina de ser del todo perfecto. No sabemos qué nos está pasando, pero no somos felices, estamos tristes todo el día, y no podemos disfrutar de la nueva situación como quisiéramos, ¿qué nos ocurre? La depresión postparto es algo por lo que hemos pasado muchas de nosotras.

Transcurridos esos primeros dos o tres días después de la llegada a casa es cuando empezamos a sentir esa tristeza inexplicable y en muchas ocasiones profunda, que nos hace no poder disfrutar como quisiéramos de nuestra maternidad recién estrenada. Existen dos tipos de depresión postparto la baby-blues, y la propiamente dicha depresión postparto. La primera es la más leve, se trata de una ligera alteración en el estado de ánimo, los síntomas suelen ser tendencia al llanto, tristeza, y cambios repentinos de humor sin motivo aparente. Esta afección leve suele desaparecer en un par de semanas sin necesidad de tratamiento farmacológico alguno. El segundo tipo de depresión es el más importante en estos casos, ya que se trata de una depresión propiamente dicha, cuyos síntomas suelen ser tristeza profunda, estados de ansiedad, insomnio, falta de apetito, e incluso manifestaciones físicas como dolor de cabeza y problemas digestivos entre otros.

En este caso sí que es necesario un tratamiento médico, y la duración del mismo depende de cada caso. Los motivos de la depresión postparto no están muy claros. Los expertos hablan de alteraciones hormonales en las mujeres debido al cambio tan importante que supone pasar por un embarazo y un parto, pero tampoco llegan a una conclusión definitiva en este caso. El cambio de vida, de rutinas y de prioridades parece jugar también un papel muy importante en este tipo de afecciones tan comunes en las mujeres que acabamos de ser madres. Las recomendaciones médicas son sobre todo evitar situaciones de estrés, pedir ayuda en todas las tareas que no podamos sobrellevar nosotras solas, como por ejemplo las tareas de la casa, no sobrecargar nuestras agendas con demasiadas actividades incómodas como visitas no deseadas, y disfrutar de nuestra maternidad de la forma más relajada posible.

Imagen| Bigstockphoto