enfermito

Desde el momento en el que viene al mundo, queremos que nuestro bebé esté sano, fuerte y feliz. Eso es lo normal, pero también hemos de ser conscientes de que en la vida existen la enfermedad y los problemas, y de que no sólo no podemos protegerles siempre contra todo ello, sino que ni tan siquiera deberíamos, ya que en este proceso de aprendizaje que es la existencia también ellos, aunque nos pese, han de recibir esa dolorosa lección.

Por ello, y porque hemos de estar preparadas, tenemos que mentalizarnos: sí, van a caer enfermos, antes o después. Será mejor que lo asumamos y que aprendamos a gestionarlo de la mejor manera posible. De entrada, hemos de entender que su cuerpecito ha de poder enfrentarse a las múltiples agresiones del día a día. Su sistema inmunológico ha de reforzarse, y no existe otra manera que exponiéndose a los patógenos. Enfermará, se pondrá bien y cada día será más fuerte.

Por ello, no hay que descuidar a nuestro bebé, pero tampoco dramatizar. Mantengamos el calendario de vacunaciones al día, tengamos el botiquín preparado y el teléfono del pediatra a mano. Pero no queramos acudir corriendo a Urgencias cada vez que nuestro bebé estornuda, porque lo único que lograremos es causarle una sensación de inseguridad. Mamá ha de transmitirle que todo va bien. Siempre, en toda ocasión. Aunque estés preocupada, él no ha de notarlo.

Tampoco deberíamos abusar de la medicación. Siempre actúa bajo la supervisión del pediatra y nunca, bajo ninguna circunstancia, le proporciones medicinas que no le han sido recetadas. Que en otra ocasión le probara, o que a nene de tu vecina le haya funcionado, no quiere decir que en este caso sea la elección adecuada. Y ni hablar de andar probando remedios “infalibles” que te cuenten terceras personas o leas en Internet. Deja trabajar a los profesionales.

La enfermedad es parte del crecimiento y del aprendizaje. Cuídalo, mímalo, proporciónale una gran sensación de cariño y seguridad, y, cuando esté malito, además de seguir las instrucciones de tu médico, mímalo un poquito más. Esa será la mejor medicina.

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