¿Mamitis? ¿Papitis? Qué hacer en esta etapa de nuestro peque

¿Mamitis? ¿Papitis? Seguro que no es la primera vez que escuchas estos términos, pero ¿sabes realmente lo que significan estas palabrejas tan comunes entre los padres?

En Chelino®, te contamos todo lo que necesitas saber para afrontar esta etapa.

¿Qué es la “mamitis o papitis aguda”?

La “mamitis o papitis aguda” es una fase por la que casi todos los peques pasan en la que están especialmente pegados a sus mamás o papás. En esta fase, los niños solo se sienten bien cuando se encuentran cerca de sus progenitores y no quieren a nadie más.

La primera vez que se puede dar un comportamiento como este es alrededor de los 9-12 meses, aunque puede pasar en más ocasiones. Lo que debemos saber, es que en la edad en la que más ocurre es cuando tienen alrededor de dos años. En esta etapa no quieren que nadie que no sea mami o papi les consuele porque solo ellos les dan la seguridad que necesitan sentir.

¿Cuáles son los principales síntomas de la “mamitis o papitis aguda”?

  1. No deja de intentar llamar nuestra atención. Esto lo hará llamándonos de todas las formas de las que es capaz.
  2. No quiere a nadie más que a mamá o papá (dependiendo del caso). Por lo que nadie va a poder cambiarle el pañal, aunque sea tan fácil ahora con pañales como Chelino®, vestirle, darle el desayuno o jugar con él. Y es posible que si no le seguimos la corriente le dé una rabieta
  3. Llora cuando no ve a mami o a papi.
  4. Intenta que no hagamos nada lejos de él. Y para evitar que nos alejemos busca estar en brazos o nos agarra con todas sus fuerzas.
  5. Además, si se da el caso de que tiene hermanos, es posible que se vuelva un poco celoso con ellos, tanto si es menor como mayor.

Siempre puede haber algún que otro síntoma, pero estos son algunos de los más comunes y notables.

Ahora sí, ¿qué puedo hacer para solucionarlo?

Te vamos a dar unos consejitos que te ayudarán a reducir poco a poco el apego de tu baby para terminar con esta mamitis o papitis.

  1. En casa, a la hora del juego… podemos pasar tiempo con él usando juguetes que sepamos que le gustan. Como puede ser, por ejemplo, una pelota, un puzle o algún peluche. En cuanto le veamos entretenido, vamos poniendo poquito a poquito algo de distancia entre nosotros y él, hasta intentar cambiarnos de habitación.
  2. A las personas de su entorno les explicaremos la situación para que puedan entender lo que pasa. Las actividades diarias podemos empezar a hacerlas entre dos miembros, y que sea la otra persona quien acabe haciendo el papel principal para que se acostumbre.
  3. Si en algún momento os tenéis que separar durante mucho tiempo, lo mejor es prepararle con pequeñas separaciones de poco tiempo. ¡Y por supuesto! Dejarle con alguien que conozca, como pueden ser sus abuelos. Eso sí, ¡que no se os olvide decirle cuando vais a volver!
  4. Por último, si va mejorando, se pueden usar pequeñas recompensas para premiarle.

Poco a poco, su comportamiento irá mejorando. Como hemos dicho al principio, esto es solo una fase y lo primero que hay que tener claro es que hay que mantener la calma y no preocuparse demasiado. Si conoces otros tips, cuéntanos los detalles. ¡Te leemos!