Cuando tenemos un bebé todas las atenciones suelen ir directamente al recién llegado, sin embargo no debemos olvidar que las mamás debéis seguir una serie de cuidados durante el posparto o puerperio (también conocido como la cuarentena).

El cuerpo de una mujer embarazada va cambiando a lo largo de los 9 meses de gestación, son cambios que vemos por fuera y otros que se van produciendo por dentro, sin embargo, los cambios no acaban cuando damos a luz. A partir de este momento comienza el puerperio, un proceso que dura unas 6 semanas en el que debemos prestar atención a nuestro cuerpo y cuidarnos.

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1. Evita ponerte a dieta inmediatamente

Muchas madres están deseando quitarse los kilos que han ganado durante el embarazo inmediatamente después de dar a luz. Esto es desaconsejable, sobretodo si alimentas al bebé con lactancia materna. Es importante que estés bien hidratada y bebas unos 2 o 3 litros de líquido al día.

Complementarlo con una dieta rica en frutas y verduras te ayudará a evitar el estreñimiento y, por tanto, las hemorroides que muchas mujeres sufren durante la gestación y que se pueden agravar durante el parto (por el esfuerzo realizado).

Si eres mamá lactante necesitarás ingerir entre 300 y 500 calorías diarias más que durante la gestación, unas 2.800 al día (teniendo en cuenta que dando de mamar pierdes unas 650 calorías diarias).

¡Ojo! Tampoco es sano que comas sin parar. Lo ideal es restringir los alimentos que te aporten calorías vacías y sigas una dieta sana, de esta forma irás recuperando tu figura poco a poco y aún así tendrás energía para afrontar las primeras semanas con el bebé.

Presta especial atención a la ingesta de calcio. Si das de mamar necesitarás tomar unos 1.20mg al día, lo que equivale a 1 litro de leche, aunque también hay calcio en yogures, queso y algunas verduras.

2. Una buena  higiene corporal

Para que los puntos se curen es esencial que estén secos, ya que la humedad ralentiza la cicatrización.

Si te han realizado una cesárea, los puntos deberás limpiarlos (sin frotar) al ducharte. Si has tenido parto vaginal, los puntos de la episiotomía deberás lavarlos entre 3-5 veces al día (o cada vez que vayas a evacuar) con agua a chorro y jabón neutro o de higiene íntima, con la mano, de delante hacia atrás.

Una vez lavados los puntos, ya sea de cesárea o de episiotomía, es esencial secarlos muy bien con toques (no arrastrando) de una toalla limpia.

No es aconsejable darse baños en los primeros días tras el parto, ya que el cuello del útero sigue algo abierto y puedes exponerte a una infección. Es mejor que optes por una ducha. También se desaconseja introducir agua en la vagina, lávala solo por fuera. Otra opción es utilizar compresas para los primeros días.

3. El sangrado del posparto

Es normal que, en los primeros días tras el parto, tengas un sangrado abundante y rojo vivo, que irá disminuyendo y aclarándose conforme pasan los días. Son los loquios, es decir, los restos del revestimientos uterino formado en la gestación. Suelen durar unas cuatro o cinco semanas y tienen un olor característico, aunque no llega a resultar desagradable.

Para estos días de sangrado se desaconseja el uso de tampones (incluso si el parto ha sido por cesárea), ya que puedes sufrir una infección.

Te recomendamos que utilices compresas de algodón y que las cambies a menudo para mantener siempre la zona seca.

4. Cuida tu pecho

Lo primero es escoger un buen sujetador, ya que esta prenda te ayuda a combatir la caída del pecho.

Es aconsejable comprarlo una talla mayor a que utilices habitualmente y sin aros (para que no obstruya ningún conducto de las glándulas mamarias). Actualmente hay un amplio abanico de sujetadores específicos para la lactancia que pueden ayudarte mucho en esta etapa.

Recuerda que la subida de la leche puede provocar dolor y tirantez en los senos; además, si el bebé no mama  bien y el pecho no se vacía se puede congestionar pudiendo ocasionar mastitis por acumulación de leche.

Es esencial vaciar por completo el pecho, si el niño no lo hace se puede utilizar un sacaleches. Mantenerlo limpio y seco también es esencial para evitar las molestas y dolorosas grietas que te pueden aparecer en los pezones. Para ello, lávalo una vez al día con agua sin jabón y sécalo con una gasa. Después, déjalo un rato al aire.

No debes lavarlo después de cada toma o destruirás la barrera natural de la piel. Para mantenerte siempre seca y no ensuciar tu ropa interior, e incluso, lo que puedas llevar puesto por fuera como una blusa o camiseta, puedes utilizar los discos para lactancia.

5. Cuándo retomar las relaciones sexuales

Esto realmente depende de cada mujer, aunque se suele recomendar esperar hasta el fin de la cuarentena.

Si has tenido parto vaginal y te han hecho episiotomía conviene dejar uno o dos meses para que la herida esté cerrada, si no, con esperar a que terminen los loquios para evitar infecciones bastará.

En el caso de que te hayan realizado una cesárea, la herida debe estar cicatrizada antes de retomar las relaciones sexuales.

Te recordamos que, en el posparto, puedes quedarte embarazada. A pesar de que la lactancia suele inhibir la ovulación, no siempre ocurre por lo que si quieres evitar quedarte embarazada lo ideal es que hables con tu ginecólogo.

Esta etapa que acabáis de comenzar es maravillosa y os va a traer momentos únicos e irrepetibles, siguiendo unos sencillos tips como los que os hemos dado podéis sobrellevar el posparto de una forma sencilla, sin que os impida disfrutar de vuestro bebé y de vuestra relación de pareja.

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¡Qué paséis un feliz día!